Fracasado, Gustavo Menéndez termina su gestión en el Partido Justicialista anticipadamente el día 2 de Mayo cuando Máximo Kirchner sea elegido para tal cargo a partir del consenso casi unánime del peronismo de la Provincia.
Igual que ocurre en Merlo, Gustavo Menéndez desplego en su cargo en el Partido todas sus mentiras habituales: prometió participación, modernización, trasvasamiento generacional, gran actividad y pleno debate. Nada se concreto y ni siquiera se realizaron las tradicionales y a veces interesantes sesiones del consejo del Partido Justicialista que generaron valiosos debates.
Lo que sí hizo Gustavo Menéndez y hoy se lo reprochan todos los militantes peronistas de la Provincia, fue entregar el Partido a los deseos de la anterior Gobernadora Maria Eugenia Vidal y su séquito para que ésta pudiera aprobar medidas severamente dañosas para los intereses populares y, sobre todo a aprobar gravosos endeudamientos en la Legislatura de La Plata.
Nada de ello puede asombrarnos porque es habitual en Gustavo Menéndez y porque fue siempre amigo de Vidal y su esposo Ramiro Tagliaferro. También ensombrece a Gustavo Menéndez serias acusaciones de haber hecho desaparecer los fondos del Partido dejándolo endeudado.
Para los dirigentes del Partido, que Gustavo Menéndez deje al fin su cargo es un gran alivio, pero no olvidar su frustrante fracaso y el daño que causó.
Ahora será Máximo Kirchner quien le pondrá al Partido Justicialista de Buenos Aires un nuevo rumbo seguramente más activo y sobre todo coherente con las convicciones del peronismo.
Son muchos los Merlenses que hoy vislumbran que también en Merlo, la fracasada gestión como Intendente de Gustavo Menéndez puede terminar antes de tiempo a causa de su notoria incapacidad y de la corrupción de su gobierno.